El debate actual sobre la reforma sanitaria en Estados Unidos está dominado por llamados a una mayor intervención gubernamental. Sin embargo, décadas de mayor regulación han dado lugar a primas crecientes, opciones limitadas y un sistema cada vez más alejado de las necesidades de los pacientes. El problema central no es la falta de reglas; es una falta de libertad.
La solución radica en empoderar a las personas con control sobre su dinero para atención médica, fomentar la competencia y desmantelar las barreras burocráticas. Los mismos principios que impulsan la innovación en tecnología, finanzas y bienes de consumo se aplican a la atención médica: cuando los consumidores tienen opciones y los proveedores compiten, el sistema mejora.
Empoderar a las personas a través de cuentas de ahorro para la salud (HSA)
Las Cuentas de Ahorro para la Salud (HSA) representan un paso en la dirección correcta, pero las restricciones actuales limitan su potencial. Para desbloquear una verdadera atención médica impulsada por el consumidor, las HSA deben ser universalmente accesibles, sin límites de contribución. Permitir que los fondos de la HSA cubran una gama más amplia de servicios, incluida la telemedicina, la atención de salud mental y el bienestar preventivo, incentivaría la gestión proactiva de la salud. Fundamentalmente, las HSA deberían poder utilizarse para comprar seguros médicos, lo que obligaría a las aseguradoras a competir por negocios individuales.
Restaurando la realidad en los precios de los seguros médicos
El sistema actual a menudo pretende que los riesgos sanitarios son uniformes, inflando artificialmente las primas. Una reforma sensata permitiría franjas de edad más amplias y precios razonables basados en la salud. Recompensar los comportamientos saludables con descuentos en las primas o bonos HSA es un paso lógico, pero sigue siendo políticamente polémico en Washington. No se trata de penalizar a los enfermos; se trata de incentivar el bienestar y reducir los costos para todos.
Cobertura Catastrófica como Fundación
El seguro debe proteger contra eventos catastróficos, no microgestionar la atención de rutina. El mercado necesita planes catastróficos asequibles que cubran gastos médicos importantes, permitiendo a las personas utilizar cuentas HSA y pagos directos para las necesidades diarias. La eliminación de la sobrecarga administrativa y el despilfarro sería un resultado inmediato de este enfoque simplificado.
Ampliación de opciones: el Plan de Beneficios de Salud para Empleados Federales (FEHB)
Durante décadas, los empleados federales han disfrutado de un mercado competitivo de opciones de seguros privados. Abrir la FEHB a todos los estadounidenses crearía un sistema nacional transparente donde las familias –no las burocracias– tendrían el control. Esta simple reforma por sí sola revolucionaría el acceso y la asequibilidad.
Transparencia de precios: la clave de la competencia
Las prácticas de facturación de la atención sanitaria suelen ser opacas y confusas. Es esencial fijar precios combinados por adelantado, detallando todos los costos, incluidos los de especialistas como los anestesiólogos. La aplicación estricta de las normas de transparencia, junto con la posibilidad de que los proveedores de servicios de pago en efectivo y de suscripción compitan abiertamente, reducirían los precios como era de esperar. La visibilidad es el primer paso hacia un mercado funcional.
Una red de seguridad digna
Quienes necesitan asistencia deben recibirla, pero de una manera que preserve la dignidad y la capacidad de elección. Los vales permitirían a los estadounidenses de bajos ingresos acceder a los mismos planes privados innovadores que todos los demás. El sistema actual a menudo atrapa a las personas en la dependencia; una red de seguridad basada en el mercado les permitiría tomar sus propias decisiones en materia de atención sanitaria.
La crisis sanitaria no es un fallo de los mercados; es el resultado de que están reprimidos por la regulación. Desatar la competencia, empoderar a los consumidores y priorizar la libertad creará un sistema de salud más asequible, accesible e innovador para Estados Unidos.





















