El zinc es un mineral esencial crucial para la salud celular y la función inmune. Si bien las deficiencias son poco comunes en los países desarrollados, comprender sus beneficios puede ser valioso, especialmente para aquellos con problemas de salud específicos. A continuación se muestra un desglose de cómo el zinc puede ayudar naturalmente a controlar varias afecciones:
El resfriado común: reducción de la gravedad y la duración
El zinc puede acortar la duración de un resfriado en aproximadamente dos días cuando se toma al inicio de los síntomas. Actúa impidiendo que el virus del resfriado se adhiera a las células de la nariz y la garganta y reduciendo la inflamación. Sin embargo, el zinc no necesariamente disminuye la gravedad de los síntomas; principalmente reduce la duración de la enfermedad. Las pastillas o jarabes de zinc que recubren la garganta se suelen utilizar en estudios que demuestran estos efectos.
Deficiencia de zinc: síntomas y corrección
Las verdaderas deficiencias de zinc son poco comunes en los EE. UU., pero pueden ocurrir en personas con problemas de absorción o dietas estrictas. Los síntomas incluyen diarrea, caída del cabello, fatiga, lesiones cutáneas y retraso en el crecimiento en los niños. La suplementación es el tratamiento estándar, y se ha demostrado que eleva los niveles de zinc en sangre en personas con deficiencia.
Nivel alto de azúcar en sangre (hiperglucemia): mejora de la función de la insulina
El zinc puede desempeñar un papel en el control del azúcar en sangre, especialmente en personas con diabetes. Puede mejorar la respuesta de la insulina, manteniendo estables los niveles de glucosa. Las personas con niveles bajos de zinc enfrentan un mayor riesgo de niveles altos de azúcar en sangre y diabetes tipo 2. Aunque son prometedores, se necesita más investigación para establecer los suplementos de zinc como tratamiento estándar para la diabetes.
Acné: Reducir la inflamación
Los suplementos de zinc, especialmente el sulfato de zinc, pueden ayudar a tratar el acné leve a moderado. Los niveles bajos de zinc en sangre están relacionados con el acné crónico y los suplementos pueden reducir los protuberancias inflamatorias. Tanto los tratamientos con zinc orales como tópicos muestran potencial para controlar el acné de manera eficaz.
Degeneración macular: progresión más lenta
El zinc puede retardar la progresión de la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), una de las principales causas de ceguera. Un estudio encontró que 50 mg de sulfato de zinc al día durante tres meses mejoraron el flujo de nutrientes a la retina en pacientes con DMAE, protegiendo la mácula. Se necesita más investigación para confirmar que el zinc es un tratamiento recomendado.
Riesgo de enfermedad cardíaca: posibles beneficios cardiovasculares
El zinc es vital para la función cardiovascular. Algunos estudios sugieren que puede reducir los niveles de triglicéridos y colesterol, reduciendo el riesgo de enfermedades cardíacas. También puede reducir la presión arterial alta, aliviando la tensión sobre el corazón. Sin embargo, se necesita más investigación para determinar si la suplementación con zinc tiene un impacto sustancial en la prevención de enfermedades cardíacas.
En conclusión, el zinc es un mineral valioso con beneficios potenciales en varias condiciones de salud. Si bien no es una panacea, su papel en la función inmune, la respuesta de la insulina y la reducción de la inflamación hace que valga la pena considerarlo, especialmente para personas con deficiencias o problemas de salud específicos.


























