El vinagre de sidra de manzana (ACV) ha ganado popularidad como remedio para la salud, pero su naturaleza ácida conlleva posibles efectos secundarios que los consumidores deben conocer. Si bien a menudo se promociona por sus beneficios como el control del azúcar en sangre, su uso absoluto puede desencadenar reacciones desagradables e incluso dañinas.
Malestar digestivo: ardor y digestión lenta
La alta acidez del ACV (pH de 4,2) puede irritar la garganta y el revestimiento del estómago, provocando una sensación de ardor similar a la acidez de estómago. El problema no es sólo la incomodidad: el ACV ralentiza el vaciado del estómago, lo que significa que la comida permanece más tiempo. Para algunos, esto provoca hinchazón y malestar. Para las personas con diabetes, esto puede reducir los niveles de azúcar en sangre después de las comidas, pero también conlleva riesgos si no se controla con cuidado.
Para mitigar esto, la dilución es clave. Mezclar ACV con agua reduce el shock ácido inmediato.
Reflujo ácido y caries: los efectos corrosivos
La misma acidez que retarda la digestión puede empeorar el reflujo ácido al relajar el esfínter esofágico, permitiendo que el contenido del estómago suba. Beber ACV con el estómago vacío aumenta drásticamente este riesgo, especialmente en personas propensas a problemas digestivos.
Más allá del estómago, el ACV erosiona el esmalte dental. Un estudio de 2022 demostró que la exposición prolongada al ACV provocaba una pérdida significativa de minerales en los dientes extraídos, comparable a la de los refrescos. Si bien el consumo realista difiere de la inmersión de varios días en condiciones de laboratorio, la moderación sigue siendo esencial. Enjuagarse la boca con agua después del consumo puede ayudar a neutralizar el ácido.
Desequilibrios de la piel, el hígado y los minerales: riesgos menos comunes, pero graves
Si bien es poco común, el ACV puede causar irritación de la piel si se aplica directamente como tratamiento para el acné (a pesar de sus propiedades antibacterianas). Lo que es más grave, el uso excesivo o prolongado puede provocar daño hepático. Un estudio de caso aislado reveló que el consumo prolongado de dosis altas de ACV provocó niveles bajos de potasio y pérdida ósea en un joven de 28 años. El cuerpo puede lixiviar minerales de los huesos para equilibrar la acidez.
Interacciones farmacológicas: una posible complicación
El efecto del ACV sobre la acidez y el vaciado del estómago puede alterar la forma en que se absorben ciertos medicamentos. Esto es especialmente relevante para los medicamentos para la diabetes (donde los efectos reductores del azúcar en sangre del ACV podrían provocar hipoglucemia) y los diuréticos (que también reducen el potasio, lo que agrava el riesgo).
Si bien no se han estudiado de manera concluyente las interacciones directas, los efectos fisiológicos del ACV sugieren precaución cuando se combina con medicamentos orales.
Conclusión: El vinagre de sidra de manzana no es intrínsecamente peligroso, pero exige respeto. La moderación, la dilución y el conocimiento de su naturaleza ácida son vitales para evitar efectos secundarios no deseados.























