El aumento de los casos de cáncer entre adultos menores de 50 años es una creciente crisis de salud mundial, en la que los cánceres gastrointestinales, en particular el cáncer colorrectal, aumentan a un ritmo alarmante. Si bien factores del estilo de vida como la obesidad y el tabaquismo contribuyen, un nuevo estudio publicado en JAMA Oncology apunta a un culpable más insidioso: los alimentos ultraprocesados (UPF).
Durante décadas, el cáncer colorrectal de aparición temprana fue poco común. Ahora, uno de cada cinco diagnósticos se produce antes de los 55 años y los exámenes de detección de rutina no comienzan hasta los 45, lo que significa que muchos cánceres se detectan tarde. Los investigadores han estado buscando respuestas, pero este estudio proporciona la evidencia más convincente hasta el momento: cuantos más alimentos ultraprocesados consumen las mujeres, mayor es su riesgo de desarrollar pólipos precancerosos y, eventualmente, cáncer.
El estudio: Seguimiento de décadas de hábitos alimentarios
Los investigadores analizaron datos del Estudio de salud de enfermeras II, un estudio a largo plazo que rastrea la salud y el estilo de vida de más de 29.000 mujeres menores de 50 años. Las participantes completaron cuestionarios alimentarios detallados cada cuatro años y se sometieron a endoscopias inferiores. Se excluyeron aquellos con antecedentes de cáncer o enfermedad inflamatoria intestinal. El objetivo era determinar si la calidad de la dieta influía en el riesgo de cáncer colorrectal antes de los 50 años.
Los resultados fueron contundentes: las mujeres que consumían las mayores cantidades de alimentos ultraprocesados (aproximadamente un tercio de sus calorías diarias) tenían un riesgo 45 % mayor de desarrollar pólipos precancerosos en comparación con las que comían menos. La relación fue clara y consistente, y una mayor ingesta de UPF se correlacionó directamente con un mayor riesgo de pólipos.
¿Qué son los alimentos ultraprocesados?
Los UPF son alimentos diseñados para brindar comodidad, vida útil y palatabilidad, a menudo a expensas del valor nutricional. Incluyen:
- Panes y cereales envasados: Granos altamente refinados con azúcares añadidos y conservantes.
- Bebidas azucaradas: Refrescos, jugos y bebidas energéticas cargadas de azúcar.
- Comidas listas para comer: Cenas congeladas, fideos instantáneos y refrigerios envasados.
- Carnes procesadas: Salchichas, rebanadas de delicatessen y tocino con nitratos y conservantes agregados.
- Condimentos embotellados: Salsas, aderezos y adobos con sabores y aditivos artificiales.
Estos alimentos dominan las dietas modernas, llenan los carritos de compras de conveniencia pero socavan la salud a largo plazo.
Los mecanismos biológicos detrás del riesgo
Si bien no se ha establecido completamente un vínculo causal directo, los científicos sospechan varios mecanismos:
- Inflamación crónica: Los UPF desencadenan una inflamación de bajo grado en todo el cuerpo, creando un ambiente donde las células acumulan daño en el ADN.
- Alteración del microbioma intestinal: La falta de fibra y la abundancia de aditivos en los UPF dañan las bacterias intestinales beneficiosas y promueven especies dañinas.
- Productos finales de glicación avanzada (AGE): Formados durante el procesamiento a altas temperaturas, los AGE se acumulan en los tejidos y causan estrés oxidativo e inflamación.
Estos factores crean una tormenta perfecta para los cambios precancerosos, preparando el escenario para el desarrollo del cáncer con el tiempo.
Qué significa esto para la salud de la mujer y cómo actuar
El cáncer colorrectal de aparición temprana está aumentando y las pruebas de detección no comienzan hasta los 45 años. La prevención es fundamental. A continuación le indicamos cómo reducir su riesgo:
- Reduzca los alimentos básicos con UPF: Los panes envasados, los yogures endulzados, los cereales y las cremas saborizadas contribuyen significativamente a la ingesta de UPF.
- Priorice los alimentos integrales ricos en fibra: Trate de consumir entre 25 y 35 gramos diarios de verduras, frijoles, cereales integrales, bayas, nueces y semillas.
- Limite las bebidas azucaradas: Estas bebidas contribuyen a los trastornos metabólicos y digestivos.
- Elija listas de ingredientes más cortas: Si la etiqueta se lee como un juego de química, es probable que sea un UPF.
- Conozca las señales de advertencia: Los cambios persistentes en los hábitos intestinales, la sangre en las heces, la pérdida de peso inexplicable o los calambres abdominales continuos justifican una visita al médico.
La comida para llevar
Este estudio se centró en enfermeras blancas, por lo que se necesita una investigación más diversa. Sin embargo, el mensaje central es claro: lo que comemos hoy determina nuestro riesgo de cáncer décadas después. El aumento del cáncer colorrectal de aparición temprana no es aleatorio; se está desarrollando junto con cambios dramáticos en la forma en que producimos y consumimos alimentos.
Las opciones dietéticas son una herramienta poderosa para la salud a largo plazo. Al reducir los alimentos ultraprocesados y priorizar alternativas integrales y ricas en nutrientes, puede empoderarse para reducir su riesgo y salvaguardar su futuro.





















