La varicela, también conocida como varicela, es una infección viral altamente contagiosa que afecta con mayor frecuencia a los niños, aunque los adultos también pueden contraerla, especialmente si no están vacunados o han estado expuestos previamente. Aunque suele ser leve en los niños, la varicela puede ser más grave y provocar complicaciones en adolescentes, adultos, mujeres embarazadas y personas con sistemas inmunitarios debilitados. Comprender las opciones de tratamiento, los remedios caseros eficaces y las medidas preventivas es fundamental para controlar esta enfermedad común.
Comprender la varicela y cuándo buscar atención médica
La característica distintiva de la varicela es una erupción parecida a una ampolla que pica y se extiende por todo el cuerpo. Si bien la mayoría de los casos se resuelven por sí solos en una o dos semanas, algunas personas requieren intervención médica. Los médicos suelen recomendar un enfoque de “observar y esperar” para los niños con casos leves, centrándose en el alivio de los síntomas. Sin embargo, se pueden recetar medicamentos antivirales a adultos, adolescentes, mujeres embarazadas o personas con inmunidad comprometida, ya que tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones graves.
Cuándo consultar a un médico:
- Fiebre alta (más de 102°F o 39°C)
- Deshidratación severa
- Dificultad para respirar
- Confusión o letargo
- Erupción que empeora y se extiende a los ojos.
Opciones de medicación para la varicela
Los médicos pueden recetar los siguientes medicamentos para controlar la varicela:
- Antivirales: El aciclovir, el valaciclovir o el foscarnet pueden reducir la gravedad y la duración de la enfermedad, especialmente si se administran dentro de las 24 horas posteriores a la aparición del sarpullido. Por lo general, se reservan para pacientes de alto riesgo.
- Analgésicos: El paracetamol (Tylenol) se recomienda para la fiebre y los dolores leves. Evite la aspirina debido al riesgo de sufrir el síndrome de Reye, una complicación rara pero grave. El uso de ibuprofeno (Advil, Motrin) y otros AINE es controvertido, y algunos estudios los relacionan con un mayor riesgo de infecciones bacterianas de la piel, aunque la evidencia es marginal.
- Antihistamínicos: Los antihistamínicos orales como la difenhidramina (Benadryl) pueden ayudar a aliviar la picazón y pueden inducir el sueño. Se deben evitar los antihistamínicos tópicos, ya que pueden provocar reacciones alérgicas y no se absorben eficazmente.
- Inmunoglobulina contra la varicela-zoster (VZIG): Se recomienda para personas de alto riesgo expuestas al virus que no pueden recibir la vacuna, como mujeres embarazadas o pacientes inmunocomprometidos.
Remedios caseros eficaces para aliviar los síntomas
Si bien los medicamentos pueden ayudar, muchos síntomas de la varicela se pueden controlar en casa con remedios simples:
- Compresas frías: Aplique paños húmedos y fríos en las áreas que le pican o le duelen durante 10 a 15 minutos varias veces al día.
- Baños fríos: Sumérjase en una tina de agua fría con bicarbonato de sodio, avena coloidal o un producto de baño de avena comercial. Repetir cada 3-4 horas durante los primeros días de la enfermedad.
- Loción de calamina: Aplique una fina capa de loción de calamina sobre las ampollas para ayudar a aliviar la picazón. Evite que entre en contacto con los ojos.
- Alimentos blandos y blandos: Si se desarrollan llagas en la boca, opte por alimentos blandos y no irritantes para minimizar las molestias. Evite las opciones picantes, saladas o ácidas.
- Hidratación: Beba muchos líquidos para prevenir la deshidratación, especialmente si se reduce el apetito.
- Mantenga las uñas cortas para reducir el riesgo de infección de la piel al rascarse.
Prevención: El poder de la vacunación
La forma más eficaz de prevenir la varicela es mediante la vacunación. La vacuna contra la varicela es muy eficaz y ha reducido los casos en un 97% desde su introducción en la década de 1990. Los CDC recomiendan dos dosis para niños, adolescentes y adultos que nunca han padecido la enfermedad ni han sido vacunados. Se puede considerar la VZIG para aquellas personas que no son elegibles para la vacunación, como mujeres embarazadas o personas inmunodeprimidas.
Cambios en el estilo de vida para ayudar a la recuperación
Además de los remedios médicos y caseros, estos cambios en el estilo de vida pueden promover la curación y prevenir la propagación del virus:
- Quédese en casa y no vaya al trabajo ni a la escuela hasta que todas las ampollas se hayan formado costra.
- Báñese regularmente con agua y jabón para prevenir infecciones secundarias de la piel.
- Lávese las manos con frecuencia para minimizar la propagación del virus.
- Descanse adecuadamente para apoyar la respuesta inmune del cuerpo.
Conclusión
La varicela, aunque generalmente leve, puede resultar incómoda y potencialmente grave para determinadas personas. El manejo eficaz implica el alivio de los síntomas mediante medicamentos y remedios caseros, así como medidas preventivas como la vacunación. Si usted o su hijo desarrollan síntomas, consulte a un médico para determinar el mejor curso de acción. La vacuna contra la varicela sigue siendo la forma más eficaz de proteger contra esta infección viral común.
